Cuantas cosas hacemos sin pensar, en automático, sin medir ni respetar al otro. Dicen que los robots se van a quedar con los empleos de las personas. Me pregunto si será esta la oportunidad para que las personas se queden con los sentimientos que parecÃan perdidos y se reconozcan en el otro.
2500 años de racionalismo no son gratis, casi perdimos la capacidad de sentir por largos periodos históricos. Nos olvidamos que ser humano implica cuerpo, sentimientos y lenguaje, no solo pensar. Creo yo que la incoherencia entre los tres planos mencionados puso en peligro la continuidad de nuestra especie. Nos creÃmos dioses, que podÃamos dominar a los demás y a la naturaleza, desconociendo nuestra naturaleza de seres sociales, incapaces de vivir en soledad, sin posibilidad si quiera de comunicarnos si no hay otro ser que comparta los mismos sÃmbolos que conforman el maravilloso lenguaje humano. Todo lo que reconocemos y percibimos está dentro del lenguaje, lo que existe fuera de él es inalcanzable para nosotros.
La proliferación de las redes sociales muestra la necesidad básica humana de ser parte, de pertenecer. ¿Cuánto influye en nuestro dÃa un like? ¿Cuantas publicaciones hay intentando chequear si somos capaces de leer un texto de facebook hasta el final? ¿Cuánto tiempo le dedicamos a las redes y cuanto a las personas que están al lado nuestro? Y después no nos alcanza el dÃa.
Potencial ilimitado, es otra forma de decir ser humano. Fuera de los lÃmites que nos marca la biologÃa, no sabemos aún de todo lo que somos capaces de realizar. Estamos a tiempo! Podemos ser mejores.
Reconocernos en el otro, en el que tenemos al lado. Dejemos de esperar y demos nosotros el primer paso para crear desde nuestra forma de estar en el mundo, desde nuestro modo de relacionarnos, un mundo mejor para nosotros y nuestra posteridad.